Érase una vez unos marcos que estaban esperando un contenido. Tenían vocación de enmarcar (claro, eran marcos), pero no encontraban qué. Un día estaban reunidos a ver si se les ocurría algo y, en realidad, a quien se le ocurrió algo fue a mí. Saqué la varita mágica y los dejé eternamente unidos. Ahora están juntos y felices en un destino que no habían soñado, pero en el que vivirán para siempre (o hasta que llegue otra bruja y los separe).
Este cuento no tiene moraleja; las moralejas suenan a rancio. Lo que tiene es mucho estilo. A veces tenemos una pared vacía que está pidiendo “algo” que no pese, que no llene, que sea discreto y elegante a la vez. Pues aquí tenéis la solución perfecta. Hemos unido estos cuatro marcos, diferentes aunque del mismo estilo, y nos ha quedado una composición de lo más vistosa.
Te damos una idea de cómo pueden quedar con esta foto vía pinterest
Medidas: 89 x 79 cm
Precio: 40 €
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