No me digáis que no ha quedado chula.
Las patas son de una mesa de bronce, de esas doradas que tienen un cristal ambar encima y que sólo encajan en casas abarrotadas de figuritas y ancianitas con rulos. Os haceis una idea ¿no?
Había que renovarla de forma drástica y creo que lo hemos conseguido. El color negro y, sobre todo, el disco de vinilo que hace de tapa, la han devuelto a la vida. Ahora cabe en cualquier casa actual y el toque de humor es innegable. Es bastante sólida, a pesar de las apariencias y se limpia fácilmente.
Yo la veo al lado del sofá, como mesilla de noche o en un pequeño recibidor con buena iluminación. Te va alegrar el día y va a ser tema de conversación, seguro. Ya tuvimos una parecida y fue un éxito.
Medidas: 52 cm de altura x 30 cm de diámetro
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